miércoles, 1 de julio de 2020

Renacer.

Cuando te caes en la vida, a veces es difícil volverte a poner de pie.
Cuando te caes de una bicicleta y tienes un accidente, del tipo que yo tuve es muy complicado subirte a la bici y no pensar en lo que te pasó.
Si además unimos los meses raritos que está viviendo toda la humanidad todo se complica.
No he cogido miedo a montar en bici, pero no puedo evitar pensar en mi accidente cada vez que me subo en ella, al igual que no puedo dejar de pensar cada día en las consecuencias de estos meses de encerramiento, ni otras muchas cosas.
Pero pensar en negativo solo nos trae y nos acerca lo negativo, la ley de la atracción de la que habla el libro “El Secreto” nos dice que pensar en positivo y creer que vas a conseguir ciertas cosas hace que se ponga en funcionamiento esta ley de la atracción y nos atraiga esas cosas positivas.
Desde el accidente valoro mucho más algunas cosas pues he abierto los ojos, y aunque es complicado, me voy a preocupar sólo del hoy pues el mañana no existe y no sé si estaré ahí mañana, por lo tanto ¿para que me voy a preocupar del mañana? ¡Vivamos hoy!
En los momentos difíciles te das cuenta de quienes de verdad son tus amigos están ahí, pues son los que están sin llamarlos y ellos son muy pocos, pero son los que son: Lucero gracias por pararme el Garmin ese día y por echar esos dioses por la boca cuando la ambulancia tardó media hora en venir y yo estaba grogui; Jorge gracias por convencerme de que una vez operado podría mover el brazo rápido, ya tú sabes jaja; Jesus mil gracias por estar ahí, cuando tú estabas pasando un mal momento y sobretodo gracias a Mike (Miguel) y Lulu (Laura) por ser mis guardianes al teléfono semana si y semana también, estando más cerca que nadie aún estando lejos, por aguantarme y animarme cada día y por seguir haciéndolo todavía hoy y sé que siempre, los dos sois tremendamente especiales.
Lucero, Jorge, Jesús, Mike, Lulu no existen palabras para agradeceros el día a día en estos raros momentos, gracias por enseñarme que la amistad existe, gracias por ser como sois.
Y a vosotros AMIGOS con mayúsculas y sobretodo a mi pepito grillo, mi mujer, mi apoyo, mi armadura os debo y os agradezco este RENACER ¡os quiero!


viernes, 5 de junio de 2020

MONTAR EN BICICLETA

Montar en bicicleta es una de las cosas que más me gustan, porque me quitan problemas de la cabeza, me hacen pasar horas conmigo mismo y despejarme.
Me pasa lo mismo con mis viajes del trabajo a casa y de casa al trabajo, sean en el coche o en el tren, hacen que cuando llegue a casa el trabajo se haya quedado por el camino y pocas veces hable en casa del trabajo.
Me gusta llevar, en mi bicicleta, un montón de Gadgets,  y no llevo más porque no tengo  hueco.
Llevo dos go-pro, una delante y otra detrás. Llevo un ciclocomputador, he cambiado ahora mismo por un garmin 1030 que aun no he estrenado. Y tengo un drone DJI que me encantaría llevar a todas mis salidas, pero que me harían perder el tiempo y tener que llevar una mochila para poder transportarlo. Me gustaría llevar una Sony Alpha para grabar sonido y grabar imágenes en primer plano y mejores imagenes en las diferentes ubicaciones a las que llego.
Me encantan los medios audiovisuales y me gustan todos los accesorios que tengan botones, botoncitos, pantallas y demás.
Pero no todos los dias me llevo las cámaras, y por eso, GRACIAS A DIOS, no tengo grabado mi accidente, pero me gustaría poder llevar más cosas y tener más tiempo para poder editar videos y disfrutar de todas estas cosas.
En el video, que acompaña este post, esta grabada la subida a las Navillas con mi amigo Lucero estas navidades pasadas.
Aun, no puedo montar en bicicleta, pues todavía estoy convalecinete del accidente, con dolores y la cabeza de aquella manera, pero sé que me volveré a subir a la bicicleta y sé que disfrutaré, no se si me costará trabajo subirme, si me acordaré durante muchas salidas del accidente que he tenido o si disfrutaré como antes. 
Pero sé que la bicicleta me ayuda y tengo ganas de ella. 
No se si mucha gente verá este video, pero disfrutad y suscribíos al canal. Pues en cuanto pueda pedalear habrá mas videos

APRENDIENDO EN SILENCIO


Rondan los años 90 del siglo XX, junto con mi padre cogemos el metro y vamos hasta la puerta del Sol, en ese entonces se hace el trasbordo en Plaza Castilla y se coge la linea 1 hasta Sol, de ahí salimos y nos dirigimos por la Carrera de San Jerónimo hacia la plaza de Sevilla, es martes.

Ahí giramos a la derecha por la calle Principe, y nos paramos a ver el escaparate de una tienda que se llama “Aquí”, nos detenemos en el escaparate y vemos una cámara Leica de platino, hay muchas más cámaras, siempre me he querido una Leica.

Desde ahí avanzamos unas decenas de metros más y frente a “Ópticas San Gabino” (en mi mente anteriormente se llamaban Ópticas San Dalino) hay un portal cochambroso, la puerta es verde y es muy oscuro, huele a humedad y subimos por las escaleras de madera que crujen al pisarlas, entramos a través de una puerta no menos vieja que el resto del edificio y con una mirilla de esas que tienen una tapa que se abre desde dentro para ver quien llama, entramos y ahí si que hay luz.

Tiene varias salas gigantes en las que hay colgadas fotografías, hay una sala algo más grande a modo de salón de actos donde se hacen concursos semanales.

Mi padre el día anterior se ha dedicado a colocar las fotografías que ha seleccionado en unas cartulinas a modo de marco de las fotos, aun están guardadas en la misma carpeta marrón con gomas dentro del armario, no hace mucho las estuvimos viendo, recuerdo un día que llevó al concurso una fotografía del motor de una “Harley Davidson” o el que era una puesta de un pueblo, o la silueta de un perro negro en la alameda del Parral de Segovia, un pastor con un transistor, una torre de electricidad caída o las vías del tren en la estación de Segovia.

Recuerdo esto porque me gustaba ir, pero recuerdo aun más cuando mi habitación se convertía en ese lugar mágico en el que en un papel blanco aparecía la imagen de la nada, solía ser los viernes, aunque no había día fijo, un lugar oscuro con una lámpara marrón, no usaba la roja sino la marrón, el papel de marca Valca, o si la fotografía iba a merecer la pena Ilford, el olor de los líquidos, revelador, baño de paro (a ácido acético tipo vinagre) o el fijador, o luego lavarlas con mistol, que venía en una bolsa de plástico, pequeña con líquido amarillo naranjoso, luego ponerlas en bastidores de madera con un tul rosa apoyados en el mueble de madera del salón de casa, para que escurriesen las fotografías y el agua cayese las hojas de El Pais del domingo colocadas sobre el suelo de corcho que había en la casa de Madrid.

Recuerdo horas y horas viendo como se hacía la magia y aparecía la imagen que antes había salido de la ampliadora en negativo, recuerdo porque me encantaba ver como aparecían esas imágenes y porque no me podía ir a la cama hasta que el laboratorio era recogido.

Yo permanecía en silencio, mirando, sin preguntar demasiado, aprendiendo cosas que he olvidado, como se usaban los tres filtros de la ampliadora, magenta; amarillo y cyan para usarlo con papel de contraste variable, pues variándolo el papel se convertía en un tipo u otro, se que había varios no recuerdo los nombres, o los tiempos que tenía que estar el papel en cada uno de los líquidos. También el fotómetro con reloj que tenía mi padre para medir la la luz del negativo, y ver que había que poner en los filtros de tres colores, esos filtros que sólo los tenían las ampliadoras que valían para fotografía en color, aunque yo nunca vi como se revelaba a color, pues siempre recuerdo que me decían que el revelar fotografías de color era caro, ni que revelar en blanco y negro fuese barato.

Porque las fotografías que se hacían en mi habitación eran en blanco y negro y esa magia me encantaba, porque yo siempre había oido que el color se inventó hacía relativamente pocos años y yo creía que las personas veían todo en blanco y negro y que un día alguien inventó las cosas a color y que todo se había coloreado, inocencia... y así me hice fotógrafo...

Cuando mi habitación no se convertía en un laboratorio las tardes y noches, años antes, se pasaban al principio en el cuadrito distribuidor donde había un armario de madera, con una puerta que se abría con llave y formaba una mesa, recuerdo el sonido que hacía la tabla al convertirse en mesa, y ahí había unas radios maravillosas que te comunicaban con el otro lado del mundo, ahí era yo muy pequeño, pero mi primer recuerdo es del día 23 de febrero de 1.981, cuando estuvimos oyendo desde casa las conversaciones de la gente que hablaban sobre el Golpe de Estado (eso era en el salón de casa con una super star 360 de 27Mhzs). Luego en el distribuidor de casa con la emisora se escuchaba y se podía hablar todo el mundo, recuerdo a mi padre hablar con gente de Segovia, y hablando en inglés con gente de otros países. Años después me hice radioaficionado.

Otros días se pasaban en la habitación de mis padres donde había un ordenador, al principio de pantalla verde. Años antes el ordenador se ponía en una televisión pequeña y era un ZX81, o un Spectrum 16k después, recuerdo el sonido del programa al cargar con un cassette, fue años más tarde creo que en el 1.986 cuando llegó a casa ese IBM de pantalla verde y que me acuerdo que costó 600 mil pesetas con un descuento que le hicieron a mi padre de descuento en el Banco Santander, donde trabajaba. Ese ordenador fue cambiando poco a poco y modificándose lentamente, de tal manera que creo que mi padre nunca más tuvo un ordenador nuevo, pues siempre se fueron modificando piezas poco a poco, un día un disco duro, un día la memoria, un día cambiaba las disqueteras de 5 ¼” a la de 3,5”, luego un CD-ROM, luego una pantalla de color, luego el windows... y ahí yo sentado en la colcha con flequitos que había en la cama de mis padres, pinchándome el trasero fui aprendiendo sobre ordenadores, desde montar un ordenador hasta aprender sobre los programas, siempre sin que nadie me explicase nada, sólo mirando, observando y con escasas preguntas.

Porque hoy se aprende con youtube, pero entonces mi padre aprendía con revistas y yo aprendía con mi padre, observando, sentado en silencio y siguiendo sus pasos. Siendo él mi referente, a quien admirar y a quien observar día tras días, en diferentes situaciones y en diferentes momentos.

jueves, 21 de mayo de 2020

SCOTT ADDICT PRO RC 2020

Cuando me caí, el día 8 de marzo, a parte de romperme la clavícula y el caso rompí la bici.

El caso es que pensé en arreglarla y comprar unas ruedas nuevas.

Pero tras mucho pensarlo y con el apoyo de mi mujer decidí comprar una nueva.

Con toda esta situación de estar malo con el brazo inmovil y encerrados en casa con el confinamiento pues tuve tiempo de mirar unas bicicletas y otras, valorar pros y contras. Y buscar los mejores precios de todos los accesorios que necesitaba.

El caso es que al final compre un cuadro Scott addict rc pro 2020.

Lo monté con el Ultegra electrónico que tenía de la Bh.

Freno de disco delante 160 mm detrás 140mm

Bielas Rotor inpower

Platos 52-36

Piñones 11-30 de 11v

Sillin Prologo Dimension

Ruedas ROTHOR 50 mm tubular

Segundas Ruedas Bontrager COMP 25

Ahora sólo falta poder recuperarme del todo y estrenarla


martes, 7 de abril de 2020

NAVACERRADA 1-1-2O20 Y FIN DE AÑO 2019

Este hilo trata de la subida que hice con amigos el día 1 de enero, para empezar el año, al puerto de Navacerrada.
No tenía pensado hacer un hilo de este día, pero dado que el último que puse fue un poco "negro", he decidido escribir algo de este día.

El caso es que el día anterior había corrido la Carrera de Fin de año 2019 con bastantes buenas sensaciones, no es que hubiera corrido demasiado y la mayoría había sido en cinta, pero corrí bien e hice un tiempo en línea con los mejores resultados de otros años.

El caso es que ese día recibí un mensaje de si iba a Navacerrada para estrenar el año 2020 y bueno pues a pesar de acostarme tarde y demás pues decidí que era una forma distinta de empezar el año.
Quedé con mis amigos en el carril bici que hay entre Segovia y La Granja de San Ildefonso y emprendimos camino hacia Navacerrada.

La mayoría de nosotros hicimos una subida tranquila aunque... yo ese día tuve buenas sensaciones y decidí subir tirando del grupo la mayor parte de la subida, aunque al final me "atacaron".

Vislumbraba un año bueno deportivo, nada hacía pensar ese día que a día 7 de abril iba a estar operado de la clavícula y en casa confinado por el dichoso coronavirus.

Volveremos con ganas....


TANTO LA CARRERA DE FIN DE AÑO COMO LA SUBIDA A NAVACERRADA SON ÍNTEGRAS Y LOS VIDEOS ALGO LARGOS ID PASANDO...

sábado, 21 de marzo de 2020

VOLVER A NACER 8-3-2020 21-3-2020

El día 8 de marzo, el coronavirus ya nos acechaba de forma grave, pero no pensábamos que a día 21 estaríamos cercados como lo estamos hoy.
Ese día dudaba si salir con mi bicicleta BH Ultralight o mi Trek Domane, esas eran mis preocupaciones básicas... creo que ese día aprendí a darme cuenta de las cosas realmente importantes.

La ruta era la siguiente: 86 km La Lastrilla * Abanico * Villovela de Pirón * Escalona * Aguilafuente * Fuentepelayo @ Aldea Real * Mozoncillo * Escarabajosa * Cantimpalos * Abanico * Autovía * Variante * Segovia.

Salí de casa, con la BH, pronto, pues quería llegar pronto al Azoguejo, mandé al conductor a coger algo más de fruta y a las 9:45 mi grupo salió.
Éramos un grupo numeroso, no recuerdo mucho más, solo flashazos de pasar por zonas, el antiguo estudio  de mi amigo Javier Román, pasar por delante de la casa de mi primo Samuel y poco más. Me caí por la gasolinera de Valseca y tiré a otros dos compañeros.
Luego ambulancia, recuerdos salteados de cosas como si viese una película.
Querer llamar a mi madre y a mi mujer yo, para que ellas vieran que estaba bien, pero el golpe de la cabeza fue fuerte y me notaron que no estaba tan bien.
Me cortaron mi ropa de La Biela, mi única preocupación era que podían cortar con tranquilidad, pues me había depilado esa mañana y yo solo se lo repetía a la médico que estaba conmigo y recuerdo que se mondaba de la risa.
Sé que me hicieron mil radiografías, pero no porque me acuerde de ello sino porque las ví en el médico al día siguiente.
Diagnóstico, traumatismo craneal y clavícula rota, sin necesidad de operar... ja!
Pasan los días y recupero la cabeza, aunque aun hoy, día 21, sigo notando fallos de memoria.
El día 17 toca revision de la clavícula, las cosas con el coronavirus están feas, y tengo que entrar solo al hospital, con mi mascarilla naranja.
Malas noticias, el hueso se ha movido y me tienen que operar, dias de ir al hospital en las "mejores" condiciones: día 18 analitica y electro, día 19 anestesista y día 20 opetación.
Teóricamente entro a ingresar el día 19 por la tarde, me operan el 20 y el 21 dan el alta; nada más lejos de a realidad ingreso el 20 por la mañana, a las 8, me operan y a las 16:45 me dan el alta.
Nolotil en ampolla y poco más.
la situación, el miedo y todo hacen que no sepas si  estas mejor en casa o en el hospital.
No pego ojo hasta las 4 de la mañana y me sigue doliendo. Me han colocado una chapa con 6 tornillos, me pincharon en el cuello para suprimirme el dolor y pienso, que habría sido de mi sin ese pinchazo pues le digo a mi mujer que o se me pasa el dolor o me tiro por la ventana, la vez que me operaron de la hernia también quise tirarme, creo que comienza a ser algo recurrente en mis cirujías.

Conclusiones: bici rota, casco roto, clavícula rota, pero yo vivo y eso vale. Sé que volveré a montar en bici, no se cuando, ni con qué animos, pero volveré y agradezco al gran triatleta y amigo Dani Múgica, que siempre me dijera que la mayor inversión del ciclista debe ser el casco, pues gracias a ello hoy puedo contarlo.