miércoles, 18 de octubre de 2017

¿Y tú por qué usas potenciómetro?

Llevo con potenciómetro desde hace 2 años, más o menos y en un principio no sabía bien cómo usarlo, y cómo sacar partido de ello.

Ahora uso los watios como una información de la que aunque no sé al 100% el partido que puedo sacarle, si me sirve para conocerme mucho mejor y saber mis límites.

En un entrenamiento por pulsaciones influyen muchos factores externos que en el entrenamiento por potencia no, o al menos no tanto. Las pulsaciones varían dependiendo de las horas de sueño que se hayan tenido, de si este sueño ha sido recomponedor, de si se ha desayunado un café bien cargado o una tila y multitud de factores que pueden hacer que estas pulsaciones se vean influenciadas.

Sin embargo en un entrenamiento por potencia, la potencia que transmites a la bicicleta es la que hay, ni más ni menos.

Un ejemplo gráfico es el siguiente, cuando salgo a montar en bicicleta con mi club cicloturista o mi equipo de triatlón, salgo siempre por una cuesta que sale de mi pueblo de unos 800 metros relativamente exigente, en esa cuesta y viendo los watios que mis piernas transmiten a la bicicleta yo ya puedo intuir, con bastante certeza cómo va ir el día, si voy a aguantar a mi grupeta toda la salida, o si por el contrario voy a sufrir para estar ahí, o simplemente si me voy a quedar a la primera de cambio. Si los watios suben con facilidad, todo irá medianamente bien, si los watios no suben iremos mal todo el santo día.
Para trabajar por potencia lo primero que hay que hacer es un test de FTP, que nos dará nuestros watios máximos en 20 minutos, con esos watios y haciendo una serie de cálculos se sacan los watios máximos a los que se puede aguantar una hora, dos, tres, etc... (un resumen rápido de lo que va esto...).

En mi vida he hecho 4 o 5 test de potencia, consisten en ir a tope durante 20 minutos, pero a tope significa a tope, sin dejarte ni un gramo de fuerza, explico, cuando hago mis test, los suelo hacer en el puerto de Navacerrada, cronómetro a cero y desde el segundo 1 se empieza a tope, dándo todo lo que hay dentro de ti, los minutos parecen horas pues ves pasar los segundos muy muy despacio, 19, 18, 17... así durante los 20 minutos llegando a pensar que no puedes más, cuando quedan unos 3 o 4 minutos tienes un pequeño pico de fuerza que no sabes de dónde sale en el que das tu último esfuerzo, llega el ansiado minuto 19 y en cuanto ves aproximarse el 19:59 piensas, con lo que me queda de puerto y el tiempo que llevo hoy voy a reventar mi tiempo de subida, voy a seguir a tope hasta arriba, pero... llega el minuto 20 y al minuto 20:01 no puedes dar una pedalada más, no puedes seguir, no hay manera material de dar una pedalada más.

En mi último test, acababa de empezar con mi entrenadora, con la que enseguida empaticé y me senti muy comprendido y la cual me da muchos ánimos, ella me mandó la segunda semana de estar con ella hacer el test y yo estaba en una época out de ánimos y me dispuse a hacer el test llegando en un mal momento, cuando terminé estuve otros 20 minutos tirado en el suelo de la cuneta recuperando el aliento. No fue un buen test... pero sacamos buenas conclusiones para el resto del año y ahora estamos mejornado, teniendo en mi última subida a Navacerrada unos watios a 20 mintuos mejores que nunca y sin test.
Con estos test los entrenadores saben cómo plantearte los entrenamientos y cómo indicarte que hagas una marcha o una carrera.

Otro ejemplo fue mi última marcha la Perico Delgado, subiendo Navacerrada los watios subieron pero fui controlando la situación, en el segundo puerto, Morcuera, los watios ya subieron muy poco, o no como deberían y ya supe que ese iba a ser un día duro, si los watios no suben como deben mala cosa, en Canencia ya subieron muy poco y en Navafría fue un arrastre total, los watios no subieron nada, y todo fue un suplicio hasta llegar a meta, todo influenciado por mi asma y por haber olvidado llevarme la medicación que suelo darme, un factor externo que se refleja en las piernas, por ejemplo mis pulsaciones ese día fueron bastante bien hasta el final, un engaño más del pulso. Un ejemplo claro de que los watios no engañan.

Hoy cada vez más se entrena por watios y la gente que lo hacemos por placer, aunque no le damos el mismo uso que un profesional o un élite, podemos sacar provecho de los potenciometros, primero a modo de información y segundo a modo de aprendizaje de como va nuestro cuerpo.

Cuando llego a casa después de una salida solo miro una cosa mi potencia normalizada, la potencia que se hubiera podido mantener constante durante todo el entreno, sin picos, sin subidas ni bajadas. Y ulitmamente observo que vamos subiendo, lejos de los buenos, pero mejorando contra mi único contrincante, que soy yo mismo.

jueves, 5 de octubre de 2017

MI PRIMER TRIATLÓN

El día 16 de septiembre es mi debut en triatlón.
Es en Valbuena de Duero y en distancia Sprint.
La natación es en el río Duero y una distancia de 750 metros, estos días de septiembre ya comienza a hacer fresco y esto hace que el agua esté helado.
Nunca he nadado con el agua tan fría.
Tengo a mis amigos Juan Pedro y Jesús que me van a acompañar durante todo el triatlón, y eso me da bastante tranquilidad en el agua.
Nos disponemos a tomar la salida y cuando la dan salimos los últimos, para evitar agobios.
Aun así lo paso mal en el agua, me agobia el agua tan fría, notar como el agua entra por la nariz hace que me den arcadas y tenga que parar varias veces, se me hace eterno.
No soy bueno en el agua y soy consciente de ello, pero no me importa, salgo el último del agua y me molesta haber fastidiado a mis amigos.

Hago las transición bastante rápido y enseguida estoy con la bicicleta.
Las piernas no andan pero empiezo a encontrar sensaciones y noto que me he despegado de mis compañeros, por lo que decido esperarles, despues de haberme esperado ellos en el agua creo que debo esperarles en la bici.
Llegamos los tres juntos a la segunda transición y comenzamos la carrera, las piernas duelen mucho y es dificil ir al ritmo que habitualmente llevo en carrera.
Me despego un poco de mis amigos pero les voy viendo a pocos metros detrás de mi, en la segunda  vuelta al circuito miro hacia atras y me dicen que si puedo siga hacia adelante, y bueno no estoy muy fuerte, me duele todo mucho pero sigo avanzando.

Llego a meta y aunque estoy agotado estoy muy feliz de haber terminado mi primer triatlón y de haber conseguido el primer reto triatlético que he tenido por delante.
Sigo teniendo respeto al agua, por no decir miedo, pero sé que puedo seguir luchando por mis sueños.


NADANDO EN EL PANTANO

Es 20 de mayo, hace buena temperatura, y es el primer día que la gente de mi equipo va a nadar al pantano.
Es el estreno de mi neopreno y estoy de los nervios.
Nos enfundamos en el pantano, echamos el Kayac al agua y nos metemos en el agua, que por cierto está helada.
Todos están tranquilos, yo no salgo de mi nerviosismo.
Decidimos empezar a nadar super rápido, yo de echo no me he mojado mas allá de la cintura.
Cuando meto la cara y empiezo a nadar la temperatura del agua no me permite respirar, empiezo a agobiarme y con arcadas, con todo y eso voy viendo la barca a mi lado, y a mis compañeros cerca preocupados por mi, consigo nadar 150 metros, con más pena que gloria.
Esta gente nada muy rápido o yo muy lento, o incluso las dos cosas lo que todo parezca que va peor....
Me intento concienciar de que quiero, y quiero nadar en el pantano, QUIERO HACER TRIATLÓN!!!. Consigo nadar hasta el siguiente punto y decido subirme al kayac.
No he logardo nadar con la cabeza dentro del agua, pues cuando la meto al sacarla no puedo respirar... estoy agobiado, decepcionado y triste.
Desde que me subo al Kayac hasta que llego a la orilla, tengo multitud de sentimientos...
Al llegar a la orilla decido meterme unos metros yo solo para ver que  puedo con ello.
Me voy a casa pensando, se acabó yo no valgo para esto...
Pero hay quien piensa diferente que yo y es Juan Pedro Aragoneses, un crack que está convencido de que puedo con ello, y decide que tenemos que tener una conversación al respecto.
Quedamos para esa conversación, lo que a mi no me había dicho es donde iba a ser la conversación, y es en el centro del pantano... Así que nada neopreno puesto y a nadar hasta el centro del pantano, cosas de la vida nado hasta el centro... y hablamos, estoy más tranquilo de lo esperado...
Desde ese día he nadado varios días en el pantano con mi grupo de triatlón, solo, acompañado de mi cuñado con la barca y  también con mi entranadora, Ruth Gómez, que es una crack.

Siempre con mi boya al lado y siempre con mucho respeto al agua, respeto o miedo, con la cabeza a veces yendo por su lado y haciendo que esto sea más complicado.
El último día en el pantano el día 15 de septiembre, sin boya, 1000 metros, agobios y con mi cabeza pensando no tengo boya... pero bueno...

El día 16 debut en triatlón, ¿agua? mal, pero triatlón hecho, pero eso es otra historia...

CAMBIOS, ESCRITO EN ABRIL 2017

Cuando algo no funciona, hay que cambiar las formas, los metodos para que todo vuelva a funcionar.
Llevo un tiempo que me cuesta entrenar, salir a montar en bici, correr y sobretodo nadar.

Nadar, no me ha gustado mucho el agua nunca, mi abuela siempre me decía que nosotros somos de secano.

En la piscina, me quedo debajo de la sombrilla y con la camiseta puesta, si me meto al agua entro por una escalera y me salgo por la siguiente, helado de frio, tardo en meterme en el agua mucho más de lo que estoy dentro y nado a lo perrito...

Cuando yo era pequeño no se iba a clases de natación, o al menos no en mi familia, mi hermana y yo nunca fuimos a natación.

Si yo veia un curso de natación cuando iba a la piscina de pequeño, me decia a mi mismo "menos mal que a mi no me han apuntado".

Hace dos años, con 36 apunto de cumplir 37 me decidí a apuntarme a clases de natación, pues algo rondaba en mi mente... triatlón...

Fui a clases desde marzo a junio y luego un curso express en julio.

Aprendí a nadar, con muchas deficiencias, pero aprendí... cosas de la vida.

El año pasado nade en todo el año 35 mil metros que me costaron horrores, y la mayoría nadados desde octubre a diciembre.

Este año desde enero hasta hoy llevo ya los mismos metros, prácticamente, que en todo el año pasado y para mi eso es ya bastante, si sigo así creo que puedo llegar a nadar unos 70 mil metros o más. Algo que era impensable hace unos pocos meses.

¿Me gusta nadar ahora? La respuesta es que no me gsusta nadar demasiado, cuando tengo que hacer alguna serie me agobio, pego algún tragón, me cuesta acompasar la respiración, nado con mil errores, despacio y muchísimas cosas más, pero NADO.

¿Qué he cambiado en mi mente para poder empezar a nadar más? Pues el intentar disfrutar, intentar meterme en el agua y nadar sin pensar demasiado en lo que hago, simplemente hacerlo, llevar a l  piscina mi hoja con lo que debo hacer y nadar, al principio me saltaba metros, me hacía trampas a mi mismo, y me autoengañaba, pero ahora voy cumpliendo más rigurosamente, sigue costándome  y no es que me guste pero ahi voy...

Mi regalo de las ultimas Navidades...  aun no lo he estrenado, pero ahi lo tengo, veremos a ver cuando lo uso, pues veo el pantano de Segovia y me agobio de solo pensarlo jjejej

domingo, 13 de agosto de 2017

VIAJE A PARÍS 6

DÍA 4 DE AGOSTO

Nos levantamos y desayunamos.
Vamos al Carrefour a comprar provisiones para el viaje, volvemos al hotel y pagamos el parking, cogemos todo lo que nos quedaba en la habitación y salimos sobre las 11.
Al salir de París hay muchísimo atasco, y ahora si que sí de lejos vemos la Torre Eiffel por última vez en este maravilloso viaje.
Tras una salida lenta ya en carretera echamos gasolina y un poco más adelante echamos gasoil.
Hacia las 6 llegamos a Burdeos.
Tenemos que ir a comprar pañales, pues nos queda sólo 1, por lo uqe vamos a un centro comercial, un Auchan (Alcampo) y  compramos.
Cuando queremos llegar al centro de Burdeos son las 8 y damos una vuelta rápida por el centro.

Nos vamos a cenar a la habitación del hotel y pronto nos vamos a dormir.

DIA 5 DE AGOSTO

Nos levantamos a las 6 para ir a desayunar a las 6,30 
Desayunamos abuntantemente y a las 7,30 salimos de viaje. 
Ya nos queda poco para llegar a casa, pero el paso por los peajes nos hacen retrasarnos bastante.
Llegamos a casa sobre las 5,30.
El viaje a finalizado.
Tenemos en la memoria y en la retina un montón de imágenes que nos recordarán este viaje con nuestros niños de por vida y hará que sigamos teniendo ganas de conocer ciudades con el coche, caminando y sobretodo disfrutando cada uno de la compañia de los otros.



VIAJE A PARÍS 5

DÍA 3 DE AGOSTO

Es jueves y es nuestro último día en París, así que queremos aprovechar a ver parte de lo que nos falta.

Desayunamos y nos vamos al Carrefour a comprar para comer y vamos hacia el metro.

Cuando llegamos al metro Alicia comenta que podíamos andar un poco a la siguiente parada para ver un poco la zona, que no habíamos visitado.

Comenzamos a andar y nos emocionamos y llegamos hasta la Bastilla, antes habíamos pasado por un mercadillo y poco después pasamos por otro.


De ahí nos dirigimos habia la Plaza des Vosges, donde hacemos un pequeño descanso.
 
 
 Seguimos caminando por la Rue Rambuteau hasta llegar al Museo de Arte Moderno Pompidou.

De ahí vamos al Forum de les Halles que ha cambiado respecto a cuando estuvimos la última vez y han hecho un centro comercial nuevo.



Volvemos por el Boulevard Sebastopol hacia la Torre de Sant Jacques.





Y nos dirigimos hacia la Catedral de Notre Dame, donde paramos a comer, pasando antes por el Hotel de Ville.
 
Después de comer seguimos el camino, de vuelta a la Torre Eiffel, pues Nicolás quiere comprar un Spinner, así que decidimos seguir caminando, pasamos por Saint Germain des Prés, que está en obras, y por los Inválidos, y vamos hacia los Campos de Marte (al lado de la Torre) decidiendo que allí merendaremos algo y será el final de nuestra visita a París, no vamos a ver el barrio Latino que es lo que teníamos previsto inicialmente.



 

 
Tomamos el metro en la parada de Trocadero y nos dirigimos hacia la parada del hotel, nos vamos a cenar al McDonalds y nos vamos a dormir pronto al hotel, pues al mañana salimos hacia Burdeos.

En total hoy hemos andado casi 16 kms, pero nos ha encantado el paseo por París, pues París nos gusta muchísimo, y es una ciudad para volver, a la que volveremos.




miércoles, 9 de agosto de 2017

VIAJE A PARÍS 4

DÍA 2 DE AGOSTO

Cómo todos los días cuando nos levantamos desayunamos, después de Disney nos quedan muchas cosas que ver en París, por lo que lo primero que hacemos es ir a comprar algo de comer en nuestro Carrefour de confianza y nos disponemos a ir al metro.

En el metro vamos hasta la parada de Chateau Rouge, para ir a ver el Sacré Coeur. Tenemos muchas cuestas para llegar hasta arriba, pero tenemos energías renovadas y llegamos pronto.

 

De ahí nos dirigimos a la plaza del Tertre,  que es la conocida como Plaza de los pintores.



Callejeando llegamos al cementerio de Montmatre, pero decidimos no entrar, aunque lo teníamos previsto, pues lo vemos un poco desangelado y nos da cosa ir con los niños, por lo que seguimos hasta el Molino Rojo.
 

 
Después volvemos a la Plaza de Clichy y bajamos por el Boulervard de Courcelles des Bantignolles, donde comimos en una placita. 
Seguimos andando hasta la Iglesia de la Madelene.
 

Desde ahí vamos hasta la Ópera.

Y bajando por la Rue de la Plax hasta la Plaza de la Vendome

Tomamos un helado a los jardines de las Tullerías y descansar un rato; volvemos a la Concorida y subimos por los Campos Eliseos para pasar por la tienda de Adidas a comprarme una gorra.


De ahí por la Avenida Montaigne vamos al Puente del Alma y vemos una  Iglesia Ortodoxa Rusa.

Y volvemos hacia la Torre Eiffel donde nos comemos unos Crepes de Fromages y de Nutella, buenísimos. Hemos esperado a que anochezca para ver la torre iluminada.



Y depués volvemos al hotel desde la estación de Trocadero.

En total hemos andado 11 kilómetros y estos niños aguantan mucho.
Mañana más.